viernes, 27 de agosto de 2010

Y Francia echa la culpa a Rumania de las deportaciones

Claro que si. Sarkozy y los neofascistas franceses ya tienen la escusa perfecta para justificar sus deportaciones: la culpa la tiene Rumania, por no integrarlos. Algo asi debía pensar Hitler de los judios, cuando ordenaba sus deportaciones o sus gaseos: ¿Qué culpa tenian los arios alemanes de que los judios no tuvieran pais que los integrara?

Marzahn, el primer campo de internamiento para roma (gitanos) en el Tercer Reich.

El pequeño fuhrer de los Campos Eliseos, que ha superado al nuevo Mussolini italiano, Berlusconi, en cuanto al resurgimiento de los fascismos del primer tercio del siglo XX, de actitudes dignas de la Europa de la SGM, anuncia que se pasa por ahi mismo los derechos de la ciudadania europea y que, por supuesto, ni él ni Francia son los culpables.

Aunque en realidad tienen parte de razon, y Rumania, y supongo que igual Bulgaria, aplica sobre los rumanos gitanos una politica de marginalizacion y exclusion indignante, eso no justifica para que todo un colectivo sea criminalizado y se apliquen sobre el normas de excepcion que estan en conflicto evidente con los derechos humanos y, ademas, con los de la sacrosanta e hiperdemocratica Union Europea. Porque, señores europeos, las cosas hay que pensarlas con la cabeza y no solo con el bolsillo: cuando Rumania y Bulgaria se integraron en la U.E. venian incluidos en el lote todos sus ciudadanos, de todas las etnias que configuran el rico espectro cultural de estos paises, y no solo se trataba de hincar los dientes sobre la riqueza nacional de los nuevos miembros.

Asi que parece que los gobiernos francés y rumano van a ir a hablar juntos de la mano con la Comisión Europea, probablemente a partir de la semana próxima, a fin de abordar la cuestión de los gitanos, un colectivo para el que París quiere que Bucarest cumpla con su obligación y dedique parte de los fondos europeos que recibe para integrarlos. Es decir, intentan que no vengan mas a Francia si no es para trabajar como mano de obra barata, para prostituirse o para hacer turismo.

En rueda de prensa junto al secretario de Estado rumano para la integración de los gitanos, Valentin Mocanu el secretario de estado frances Lellouche constató que hasta ahora las autoridades de Rumanía dedicaron una parte mínima de dinero europeo a ese sector de la población. Segun el, por ahora únicamente 85 millones de euros de los 4.000 millones que Rumanía recibe cada año en fondos europeos, un 0,4%, se dedica a la integración de sus gitanos.

El secretario de Estado francés aprovechó la ocasión para cargar contra los que han acusado a Francia de incumplir los principios europeos por las expulsiones de gitanos a sus países de origen, echandole cara al asunto. Segun el "democrático" secretario de estado, "El principio de libre circulación no puede servir de coartada para eludir en los países vecinos sus propias obligaciones", apostillando que él quiere que los gitanos rumanos puedan moverse del territorio de la Unión como el resto de los ciudadanos europeos por motivos de turismo o de trabajo, pero no por mendicidad.

Es decir, lo que quiere es que los ciudadanos europeos lo sean solamente para que produzcan o para que gasten, no como un derecho, sino unicamente como un deber. Toda una declaración de intenciones del verdadero significado de la Union Europea, donde quien no produce beneficios no tiene porque tener ningún derecho a nada (en el futuro, quizas, a este paso algun politico fascista con máscara democratica (de los que son tan habituales en la U.E. de hoy) declarará sin ninguna verguenza que quien no trabaje o consuma no tiene tampoco derecho a la vida).
Roma (gitanos) deportados a Kozare y Jasenovac, dos campos de concentración en Croacia.
Yugoslavia, julio de 1942.

En el mismo acto, Mocanu,  reconoció que "hace falta un cambio de políticas en Rumanía a nivel interno" y que "por ahora no hay suficientes proyectos desarrollados" a nivel local para atender a los gitanos. Cierto, así es. En Rumania los fondos europeos los dedican, especialmente, al beneficio privado de los que los gestionan, y para nada se les pasa por la cabeza dedicarlo a la integración de los gitanos, que son considerados por las instituciones rumanas como ciudadanos de  cuarta clase, y sin ninguna intecion de trabajar para hacerlos iguales a los demas (tanto en derechos como en obligaciones).

En definitiva, los protagonistas politicos de este conflicto son como niños:  los unos se echan la culpa a los otros para justificar sus travesuras (aunque en este caso, estas no sean para nada inocentes y sus actos sean demasiado peligrosos, y nos retrotraigan a tiempos en los que tambien los gitanos, junto a otras minorias etnicas, eran deportados, encerrados y, en muchos casos, gaseados).

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