viernes, 6 de mayo de 2011

Cuando el Danubio dejó de ser azul

La habitual propaganda anticomunista habla mucho de los pocos accidentes ecológicos sufridos en los paises socialistas, aunque suele minimizar las habituales catastrofes sufridas a causa de una economia movida a golpe de beneficio economico, y donde la seguridad de los ciudadanos esta muy por debajo en el baremo de requisitos que guia a los grandes negocios.

Lo estamos comprobando actualmente con el desastre de Fukushima, en Japon, donde la catastrofe nuclear es bastante mas grave que la de Chernobyl y, sin embargo, se siguen escondiendo sus consecuencias en el entorno y, sobre todo, en los habitantes de las cercanias, pero no solo, de la central nuclear.

En la Rumania capitalista quizas el accidente mas grave, y poco publicitado, por supuesto, fue el vertido de más de 100.000 metros cúbicos de agua pesada contaminada, rica en cianuro y otros metales pesados tóxicos como el cobre y el zinc, derramados a través de la parte inferior de una brecha en un dique de desechos, en las minas dstre Baia Mare, al norte del pais.

Sucedio el 31 de enero del 2.000, en Baia Mare, capital de la zona historica de Maramures, en el norte de Rumania, un paraiso natural por su diversidad de especies de flora y fauna, a la vez que un tradicional refugio de formas de vida inmemoriales del pueblo que habita aquella zona. Los agentes contaminantes comenzaron su rapido y largo viaje a través de los Montes Cárpatos camino a la cuenca del río Tisza, fronterizo con Hungria durante parte de su recorrido. En un periodo de cuatro semanas, la columna tóxica, conteniendo suficiente cianuro para matar a un billón de personas, viaja 2.000 km. a través de Rumania, Eslovaquia, Ucrania, Hungría, Serbia y Montenegro, antes de su entrada al Mar Negro.

Ademas, y como hemos dicho ya, resulta que este área ubicada en la cuenca de los Cárpatos es el último refugio europeo de diversas especies tales como el oso pardo, el lobo, el lince, el bisonte europeo, el alce, el gato montes, la gamuza, el águila dorada, el búho real, el urogallo negro y muchas clases únicas de insectos y fauna salvaje.

La catastrófica tragedia minera de Baia Mare no solo prueba las potenciales consecuencias desastrosas de minimizar los riesgos medioambientales por las grandes ganancias económicas, sino que también resalto la internacionalizacion de la contaminación del agua a través de las fronteras. Desde su fuente de nacimiento hasta la intersección donde el río Tisza finalmente desemboca en el río Danubio, la "marea" tóxica mató a todo el plancton presente en el agua como al igual que también a 38 especies de peces, totalizando 1.240 toneladas de pescado muerto.

A manera de seguimiento al accidente se realizaron pruebas independientes llevadas a cabo de manera conjunta por el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP) y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que indicaron que la mortandad de la vida silvestre después del derrame aumentó en niveles de hasta 100% en algunas especies, como las nutrias y castores. Además, científicos encontraron varios ejemplares de especies muertas como, cormoranes negros, cisnes, zorros, ciervos de lecha, faisanes, palomas y liebres.

Las consecuencias ecológicas del derrame fueron tan severas que solo menos de un cuarto de las especies existentes con anterioridad al derrame lograron sobrevivir para la llegada del verano de ese año. Y la flora, a lo largo y en la parte central del río Tisza, fue también destruida.

La vida silvestre en la cuenca del río Tisza no fue la única víctima de la riada tóxica. La industria de la pesca y el turismo resultaron también diezmados. Además, el agua potable contaminada, se convirtió en el mayor problema para los pueblo y ciudades cercanos a Baia Mare, incluyendo Bozanta Mare, que contiene 80 veces la cantidad permitida de cianuro en sus aguas, de acuerdo a un informe elaborado por la UNEP/OCHA.

Afortunadamente, las autoridades húngaras pudieron prevenir la entrada de agua contaminada a dos de las mayores ciudades ubicadas en la cuenca del Río Tizsa. Finalmente, 2.5 millones de ciudadanos en los dos países, en 24 regiones, sufrieron un serio impacto por el agua potable echada contaminada, lo cual aumentó los costos para las plantas potabilizadoras y las industrias debido a interrupciones ocasionadas por problemas de salud pública

Situado en la frontera norte de Rumania, la region historica de Maramures siempre ha sido una importante región minera por más de 2.500 años debido a sus abundantes recursos minerales. A pesar de que el vertido tóxico tuvo un efecto desastroso sobre la capital, Baia Mare, y sus alrededores, las pobres condiciones medio ambientales ya eran precarias en el área anteriormente.

Segun Anamaria Bogdan, relaciones públicas y gerente de la asociacion "Por una Rumania libre de cianuro", creada tras la catastrofe,

Las actividades mineras, como resultado de la introducción del proceso de lixiviación del cianuro en los años 60, contribuyó a la creación de muchos diques de desechos en el área y han expuesto a una amenaza al medio ambiente y a las personas localizadas cerca de las áreas habitadas

Ya con anterioridad a la catastrofe del 2000, Bahía Mare fue citada por la Organización Mundial de la Salud(OMC) como un “punto conflictivo” a nivel medio ambiental en un informe titulado “Preocupaciones para el mañana de Europa.

Por siglos y siglos el ambiente de la región y su sistema de ríos han acumulado metales pesados que son tóxicos, y que también son poderosos poluyentes orgánicos con un largo efecto residual, tales como aquellos provenientes de fundiciones de plomo de 150 años de antigüedad. De hecho, antes del derrame de Bahía Mare, el Río Sasar, también conocido como el “Río Muerto,” mostraba concentraciones de cianuro cercanas a 88 veces el nivel permitido de plomo y arsénico en los ríos Sasar, Lupas, Somes y Tisza. Se documentaron unas concentraciones de estos materiales de unas 100 a 1.000 veces sobre las concentraciones permitidas. Aun asi, y teniendo en cuenta las condiciones acumuladas tras siglos de explotacion minera, la mineria capitalista de produccion masiva sin tener en cuenta la seguridad fue permitida por los gobiernos liberales postrevolucionarios, que dieron las concesiones a empresas multinacionales pensando solamente en su beneficio personal.

La polución crónica parece no estar solo en el ambiente sino también en la población humana residente en las cercanías de los sitios mineros. En 1.999 el personal del Centro para la Salud y el Medio Ambiente de Rumania, liderado por Eugen Gurzau, llevó a cabo un estudio sobre los efectos en niños de 2 a 6 años (habitantes de Baia Mare) de la exposición por largos periodos al plomo existente en el ambiente. Los investigadores encontraron altos niveles de plomo en el suelo, el aire y el agua, tomaron pruebas de sangre las cuales revelaron un nivel mayor de seis veces al adecuado en algunos niños. Además, los residentes de áreas cercanas a las zonas mineras sufrían de enfermedades y dolencias respiratorias. De hecho, la expectativa de vida en el área de Baia Mare es 12 años menor al promedio nacional en Rumania.

Los habitantes de Rumania han explotado minas de oro desde por lo menos la primera centuria despues del año 0. Sin embargo, en solo diez años, en la decada de los 90, fue extraida la practica totalidad del oro accesible, y a pesar de las malas condiciones provocadas por la explotacion historica en la zona, en el año 2000 la gota reboso el vaso definitivamente, produjendose una de las mayores catastrofes por vertido de cianuro a las cuencas acuifesas de la historia. Hoy la situacion continua siendo peligrosa, porque aunque la mayoría de las minas no son rentables con la tecnología que poseen, los residuos remanentes, mezclados con cianuro y otros metales pesados, fueron permanentemente desechados de la manera más barata posible, en estanques y diques para residuos.

De hecho, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA por sus siglas en inglés) enumeró un increíble número de 215 diques y reservorios tóxicos en el área. El remanente de estos diques y reservorios de residuos genera una gran preocupación no solo por la potencial filtración permanente de residuos, sino también porque estos sitios restringen el desarrollo de la expansión urbana. Pero aún más importante es que los mismos están localizados en lugares cercanos a zonas residenciales.

Rumania experimentó lo que se podría considerar como una nueva fiebre del oro a finales de los 90 con el advenimiento de nuevas tecnologías, las cuales hicieron posible recuperar el oro y la plata que se hallaban en las profundidades de los antiguos sitios en que se separaban los metales valiosos de los restos producidos por la explotación de minas. Numerosas compañías mineras que operan en todo el planeta, usualmente en colaboración con compañías que anteriormente eran propiedad del estado Rumano, adquirieron las licencias para reiniciar los antiguos proyectos mineros.

Luego de un periodo de 7 años, Aurul S.A., una sociedad anónima adquirida en sociedad por la australiana “Esmeralda Exploration Limited” y por la rumana “Remin”, obtuvieron los permisos medioambientales necesarios para la producción en Baia Mare en 1.999. Manifestando que usarían los más modernos, seguros y eficientes métodos y tecnología disponible, el proyecto de Aurul era recuperar cerca de 1.6 toneladas de oro y 9 toneladas de plata por año, de los ya existentes estanques de residuos durante un periodo de 10 a 12 años. El plan pues era exprimir los residuos acumulados a lo largo del tiempo.

Irónicamente, este esfuerzo por limpiar tres sitios altamente tóxicos no fue tan sencillo como se anticipaba. Las operaciones en Bahía Mare comenzaron en la primavera de 1.999 y antes del final de ese año, por lo meos dos grandes derrames se han producido en el desprotegido sistema de tuberías que transportaban material de cianuro altamente tóxico. Además, errores de gran importancia se han cometido en la construcción del nuevo reservorio de residuos: la utilización de materiales livianos como tierra con una gran proporción de arena, la utilización de recubrimiento plástico no diseñado para hacer frente a emergencias y la construcción del dique no lo suficientemente sólido y alto, de acuerdo a un informe elaborado por un equipo de UNEP/OCHA que hizo un seguimiento al accidente (y todo por causa del ahorro de costes basado en la maximimizacion del beneficio economico sin tener en cuenta los daños a la poblacion).

Las circunstancias climaticas tampoco ayudaron. Justo antes de las roturas en los diques de residuos, la temperatura en Baia Mare permaneció por debajo del punto de congelación por cinco semanas empezando el 21 de Diciembre de 1.999. Incluso aunque las operaciones de procesamiento de los residuos habian parado, un informe sobre la acumulación de 60 a 70 cm. de nieve en el estanque llevó a una incontrolable subida del nivel del agua. Y como no existía mecanismo alguno para contener el desbordamiento de las aguas en caso de una emergencia como esa, el nivel del agua subió al reservorio de residuos de una manera imparable, antes de finalmente desbordar el dique y extenderse a un tramo de 25 metros de ancho por 2.5 metros de profundidad.

Aunque Aurul operaba de acuerdo a las normativas gubernamentales, de acuerdo con el informe de UNEP/OCHA, el nuevo sistema de ingeniería del dique falló bajo circunstancias fácilmente predecibles, pero costosas de prevenir para el sistema de beneficios con el que se frotaban las manos los inversores.

En el 2.007, siete años despues de la catastrofe, Rumania se unió a la Unión Europea (UE) y adoptó los últimos y más exigentes estándares medioambientales. Ahora antes de que sea permitido el inicio de una actividad minera, una valoración de Impacto ambiental debe ser sometida al Ministro del Medio Ambiente de Rumania. Pero lo cierto ces que la valoracion de los informes en Rumania son realizados por politicos y tecnicos movidos por el mismo motor que mueve casi todo en Rumania: la corrupcion.

Actualmente, “existen solo dos prospecciones mineras en Rumania esperando el necesario permiso medioambiental para comenzar con sus actividades, una de las cuales es Romaltyn, la cual reanudaría la actividad de procesamiento de minerales con cianuro en Baia Mare en el mismo lugar en que el dique Aurul colapsó en el 2.000,” explica Ana Maria Bogdan, de la Asociacion por una Rumania libre de cianuro. Como si la amenaza Romaltyn no fuese lo suficientemente significativa, increíblemente, y solo ocho años después de la catastrofe, existen planes para la nueva y mayor mina de oro europea, que nuevamente es motivo de preocupación no solo para los residentes rumanos, sino para todos los habitantes de los países circundantes de la cuenca del río Tisza.

Otro proyecto con el que muchos se frotan las manos hoy, pero que muchos otros temen, son las minas de Rosia Montana. Localizada al sur de Baia Mare, en las montañas Apuseni, en la parte centro oeste de Rumania, se encuentra la villa de Rosia Montana. Es el asentamiento minero más antiguo de todo el país cuyas documentaciones se remontan a más de 2.000 años a los antiguos tiempos en que los romanos habían invadido Transilvana en busca de recursos para reconstruir su imperio.

El área fue nombrada como “Alburnus Maior” o “El gran asentamiento,” y los romanos extrajeron oro y otros metales preciosos del lugar. Hoy en día, esta área sigue siendo el hogar del mayor depósito de metal-oro de Europa. Ahora esperando los permisos necesarios para comenzar con las operaciones mineras nuevamente, está "Gabriel Resources", una compañía canadiense. Una subsidiaria de dicha compañía la "Rosia Montana Gold Corporation", tiene la licencia de explotación por 17 años de un campo minero localizado en las afueras de la villa de Rosia Montana.

Los que se oponen al proyecto de Rosia Montana Gold, principalmente pobladores locales, subrayan el hecho de que ellos no están en contra de la minería, sino más bien son contrarios a un proyecto irresponsable que podría destruir el medio ambiente y su poblado, así como sucedió en Baia Mare. Si el proyecto se torna realidad, esta sería la mayor mina de tratamiento de oro con cianuro a cielo abierto de Europa y podría contener un estimado de 300 toneladas de oro y 1.600 toneladas de plata.

Gabriel Resourses justifica la bondad de la explotacion asegurando que el proyecto “crea la oportunidad de remediar los devastadores daños de los pasados 2.000 años de una minería sin control, dejando los ríos y el suelo de la región más limpios de lo que los encontramos.” (es decir, lo mismo que Aurul decia antes de comenzar la explotación a finales de los 90 en Baia Mare).

Sin embargo, la mina está proyectada para ser de un tamaño siete veces mayor al proyecto de Baia Mare y también introducirá el proceso de lixiviación de cianuro a la zona minera de Rosia Montana por primera vez. Esta área de desarrollo se hallará situada a lo largo del río Aries, considerado la más importante fuente de agua de la región. Los estanques de residuos para el proyecto, estarán localizados inmediatamente encima del poblado de Abrud, y contendrán desechos consistentes en cianuro y otros metales pesados destructivos como el plomo, sulfuro, hierro, mercurio, cobre y zinc.

El rio Aries desemboca directamente en el rió Danubio, lo cual crea el potencial para otro evento catastrófico envolviendo la cuenca del río Tisza. Este escenario no es muy diferente al de la tragedia de la Bahía Mare del 2000.

Mientras las posibles consecuencias medioambientales de esta mina son sobrecogedoras, también existe el hecho de que, para empezar la excavación de la mina de una milla de diámetro, primero se debe reubicar a toda la población de la villa Rosia Montana y sus 2.000 residentes. De acuerdo a Gabriel Resources, cerca de la mitad de los residentes de Rosia Montana han aceptado la compra de sus tierras. Sin embargo, Alburnus Maior, una organización comunitaria fundada en el año 2.000 por propietarios de tierras oriundos de Rosia Montana, ha emitido su descontento colectivo sobre la idea de dejar sus tierras.

Stephanie Roth, ganadora en 2.005 del prestigioso Premio Goldman al Medioambiente por sus esfuerzos realizados como coordinadora de la campaña Alburnus Maior, afirma que las casas adquiridas por Gabriel no son más que un pequeño porcentaje de las tierras que la compañía necesita adquirir.

Cuando Gabriel Resources alardea sobre la cantidad de casas y propiedades que han adquirido, ellos en realidad mienten por omisión. Si te fijas en lo que la compañía ha comprado en la actualidad, esto es solamente entre 27 y 30 por ciento de las tierras que necesitan para ocupar la superficie del proyecto,” explica Roth.

Alburnus Maior se opone a la mina no solo por razones medioambientales sino también por razones culturales y sociales. De acuerdo a lo manifestado por Roth, la nueva explotacion y la exijencia de abandono de las tierras donde vivieron hace siglos los antepasados no es muy del gusto de los habitantes.

Por otro lado, la Academia Rumana, manifestó su oposición al proyecto Rosia Montana en 2.003 y reafirmo su posición en 2.006 después de decidir que la mina no traería desarrollo sostenible ni tampoco resolvería los problemas sociales y económicos del área. Como resultado de este y otros esfuerzos, el terreno del área retorno al status de territorio “poblado”, lo que significa que sus residentes pueden de vuelta abrir nuevos negocios, es decir, trabajar para estimular la economía local.

Alburnus Maior ha tenido una asistencia activa a las familias locales para desarrollar y fundar sus propias compañías, “si las personas tienen algo más de qué vivir, la mina se torna cada vez menos importante,” afirma Roth. Haciendo caso omiso, Gabriel Resources continúa en su búsqueda de alcanzar la cantidad requerida de tierra, y sigue lanzando el anzuelo de que la apertura de la gran mina seria la solucion economica ideal para la Rumania hundida en la miseria y en la crisis, curiosamente tras estos 20 años del capitalismo que, segun Gabriel Resourses, seria la salvacion de la misma crisis que el provoco.

Legalmente, la importancia arqueológica del área es su mayor obstáculo, porque Rosia Montana contiene artefactos históricos únicos en el mundo, y es considerado como patrimonio cultural de Rumania protegido por el interés nacional. Como resultado de esto, el Estado ha solicitado a la compañía minera que garantice que en el área no se encuentran artefactos de este tipo. Un gran escándalo saltó a la luz cuando el equipo arqueológico de Gabriel Resources afirmó que no habían encontrado nada de valor en el área montañosa en donde se encontraba la mayor parte del oro. Esta afirmación dio como resultado la liberación de de esa parcela de tierra a Gabriel.

De hecho, esta tierra contiene hallazgos arqueológicos únicos a nivel mundial de la época de los romanos y aún de épocas anteriores. De acuerdo a Alburnus Maior , después de que el certificado de desprotección fue asegurado a Gabriel Resourses, un CD conteniendo los hallazgos actuales en el área fue dejado en la puerta de la oficina central de la asociacion. Este evento inesperado tuvo como resultado una decisión de la Corte de Justicia por la cual se ordenó el retorno de toda la zona al status de zona protegida por las leyes Rumanas. Es decir, y como suele pasar, la compañia habia mentido descaradamente ocultando los restos arqueologicos encontrados, supuestamente con la connivencia de algunas autoridades bien sobornadas, aunque afortunadamente un activista o colaborador hizo publicos todos los descubrimientos efectuados realmente.

En Septiembre de 2.007, el Ministro del Medioambiente rumano decidió suspender el proceso de revisión del estudio de valoración de Impacto Ambiental de Gabriel. Sin esta aprobación, la intención de explotar la minería en Rosia Montana de Gabriel ha sido bloqueada.

Si te fijas en la actividad de Gabriel Resources en Rumania en los últimos tres años, esta no tenía que ver con ninguna actividad minera. Más bien, estaba centrada en hacer anuncios televisivos para promocionar la mina,” explica Roth. Mientras que ella y otros propietarios de tierra de Alburnus Maior sigan preocupados, la mina en Rosia Montana nunca se convertirá en una realidad, gracias a su negativa a entregar sus propiedades lo cual para ellos en un compromiso. Aún asi, Gabriel Resources sostiene que el proyecto será el primero en ser aprobado con las estrictas normativas medioambientales existentes en la Unión Europea. Además se rumorea que Newmont, la gigante minera americana con base en Denver, la que es propietaria del 20 por ciento de las acciones de Gabriel Resources, comprará Gabriel si los permisos de producción necesarios son obtenidos para la mina de Rosia Montana.

Toda esta historia de la explotacion capitalista de los recursos es la misma historia triste que se repite una y otra vez cuando el beneficio economico de algunos se antepone a cualquier otra consideracion. Los inversores no dudan en engañar a los pobladores afectados por las minas o zonas de extraccion, alabando el beneficio economico que afectara a la zona, pero acaban reduciendo costos de seguridad basandose en ese mismo principio rector, la maximalizacion del beneficio, sin tener en cuenta los daños posibles que, lamentablemente, terminan siempre produciendose.

En Baia Mare ni Aurul ni el gobierno rumano asumieron responsabilidades de la catastrofe, ni ante paises vecinos afectados, como Hungria o Yugoslavia, ni ante sus propios ciudadanos. Las consecuencias en el medio ambiente y en la salud no han sido estudiadas como deberian, pero lo cierto es que en Baia Mare hoy el agua sigue conteniendo un mayor contenido de cianuro, plomo y otros metales pesados, y que los diques con las reservas de explotaciones antiguas siguen presentes como un recuerdo constante de lo que sucedio en el año 2000 y de lo que puede suceder en cualquier otro momento. El dato de que la mortalidad en Baia Mare es sobre 10 años menos que en el resto de Rumania es muestra clara de que lo vertidos de la empresa que se fue de rositas entonces, como si no hubiera provocado nada, no fueron fugaces, y que su huella pervive todavia hoy.

En el caso de las minas de Rosia Montana, el nuevo proyecto de las multinacionales para enriquecerse explotando los recursos del pueblo rumano, es muestra de que al final todo se olvida cuando se trata de ganar dinero, y que las catastrofes como la de Baia Mare no son suficientes para que ni autoridades ni, por supuesto, los inversores capitalistas, adopten una actitud ante la explotacion de los recursos mas humana, y sustituyan el presupuesto de la ganancia economica por encima de todo por el de una explotacion mas racional y beneficiosa para todos, incluido para el pueblo, en este caso rumano.

En el caso de Gabriel Resourses, en Rosia Montana, la multinacional continua con campañas publicitarias en la que no deja de aprovechar la crisis causada por los metodos de explotacion capitalistas para fomentar la paradojica salida de esa misma crisis, continua mintiendo sobre las condiciones que posibiliten la explotacion, incluso ocultando los descubrimientos arqueologicos de la zona, y no renuncia a convencer a las autoridades usando cualquier metodo para que den el permiso que les haga llenar sus bolsillos a expuertas, y es seguro que no les va a importar lo mas minimo, como sucedio con la empresa Aurul de Baia Mare, si al final el medio ambiente o la salud de la poblacion se ve afectada: como hemos dicho, el presupuesto basico y el requisito principal es ganar el maximo dinero posible con el minimo gasto, incluyendo los referidos a la seguridad de la explotacion.

La catastrofe de Baia Mare, un ejemplo mas de explotación irresponsable de los recursos por parte de multinacionales en busca de dinero rapido, todavia sigue teniendo consecuencias en los alrededores, mientras algunos ya estan inentando hacer lo mismo en Rosia Montana, aunque de momento los rumanos se resisten. El cianuro acabando con los ecosistemas del Danubio mientras los responsables se marchaban con los bolsillos llenos es algo que no se puede olvidar tan facilmente (aunque los magnates capitalistas siguen cometiendo a lo largo de todo el mundo, y una y otra vez, los mismos delitos contra la tierra y los hombres que viven sobre ella).

http://www.livebettermagazine.com/esp/magazine/article_detail.lasso?id=86&-session=user_pref:42F9415C04f56205AEMUpn4151C3

2 comentarios:

el parado enmascarado dijo...

Recuerdo el pasado mes de diciembre con la rotura de la balsa de residuos tóxicos en Hungría país pionero en reimplantar el capitalismo en 1988 (como sabrá todo el mundo) auténtica cuña en el antiguo bloque socialista. Y el titular de la noticia sobre el vertido decía con letras bien gordas "...LA HERENCIA ENVENENADA DEL COMUNISMO". Un titular de esos que no dejan lugar a dudas sobre quién es el responsable del vertido tóxico que contaminó el Danubio. El comunismo en Hungría murió en 1988 pero como el Cid campeador sigue ganando (en este caso habría que decir perdiendo) batallas después de muerto. Todo un lujo poder seguir echando las culpas propias a los muertos después de tantos años del óbito. Es cómo si la Hungría de 1970 echase las culpas de todo lo que pasase en el país a la etapa capitalista del país claro que en este caso con más razón puesto que la etapa capitalista había gobernado siempre el país sin paréntesis, es decir formaba parte de la esencia del mismo. Mientras que el comunismo apenas había comenzado a funcionar un par de décadas antes sin ningún tipo de antecedente anterior. Al hilo de esto recordemos que en 1956 o sea nueve años después de su inicio nueve años después de recibir un país arrasado por la guerra ya se produjo una violentísima reacción contra el mismo (es que estos capitalistas tienen poca paciencia). De esas rebeliones populares espontáneas que tanto les gustan a los americanos en la que la gente sale a protestar pacíficamente con cócteles molotov, pistolas, metralletas, ametralladoras (de esas que lo mismo traspasan un tanque que derriban aviones en pleno vuelo) y lanzagranadas, vamos lo normal. Luego buscaban aquellos mas odiados (o sea a cualquiera que no estuviese con ellos) ya fuera en sus casas, en sus trabajos, en los hospitales, y los sacaban a la calle y los linchaban multitudinariamente a modo de pacifica protesta ciudadana. Quiero suponer que aquellos pacíficos ciudadanos protestasen ya en aquel entonces contra la “HERENCIA ENVENANADA DEL COMUNISMO”. Salud.

el parado enmascarado dijo...

A mí eso de que unos obreros se solidaricen con un empresario o un latifundista, un noble en paro, una cabeza coronada o por coronar (pasados presentes y por venir) me levanta la moral (con perdón) eso me pasa de toda la vida. No hay cosa mas hermosa ni gesto más altruista, ni nada que le vaya mejor a los evangelios, poner la otra mejilla y cosas por le estilo, aunque siempre son los mismos los que la ponen, ( que podían cambiar de vez en cuando coño) que un grupito de pacíficos ciudadanos armados hasta los dientes de a pie matando a otros para que el pobrecito latifundista o el pobrecito empresario que perdió sus bienes honestamente adquiridos, con el sudor de la frente del de enfrente pueda recuperarlos. Que gesto tan noble el de esta gente, cuanta solidaridad para con el prójimo. proletarios y patronos uníos juntitos de la mano (bueno mano con cayos y guantes de cabritilla) construyendo el paraíso capitalista en la tierra. ¡Ah! y por supuesto voten PSOE, el partido socialista y obrero español. Amen.

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