miércoles, 25 de septiembre de 2013

La prensa española intenta "explicar" porque los rumanos creen que vivían mejor con el Socialismo

La Agencia española de noticias, EFE, ha publicado estos días pasados un artículo al hilo del estreno de una película rumana titulada "Soy una anciana comunista", una tragicomedia, por supuesto muy crítica con los "nostálgicos del comunismo"  (en caso contrario nunca podría haber sido estrenada), sobre una abuela que añora aquellos años en los que el socialismo la garantizaba una vida digna.

"Rumania muere de hambre" (la protesta se refiere a la Rumania capitalista)
Los autores del artículo, cómo no, meten en el texto algunos tópicos y manipulaciones propagandísticas pues, como es habitual, tienen que defender al régimen que sostiene los privilegios y la riqueza de sus propietarios, la dictadura capitalista, como, por ejemplo, cuando nada más empezar deja caer la estupidez, convertida por aquella norma goebblesiana del una mentira repetida mil veces acaba convirtiéndose en verdad, de que a Ceausescu le gustara que le llamaran "el genio de los Cárpatos", o, después,  la definición del presidente del país como "sátrapa".

Sin embargo, la agencia, al servicio de los grandes delincuentes económicos, no puede evitar reconocer, porque así lo declara el entrevistado, que en Rumania mas del 60% de los rumanos reconocen que se vivía mejor antes del golpe de estado capitalista, y que si Ceausescu  hubiera vivido hoy seguramente sería el presidente del país.

Claro que para enturbiar esa al contrario clara realidad, el periodista y un pseudo historiador miembro del órgano propagandístico del régimen actual, el Instituto de Investigación de los Crímenes Comunistas, precisa "que los nostálgicos no son sólo un grupo minoritario de jerifaltes del régimen", sino que la miseria hace que muchos echen de menos la dictadura. Lo que no dice el tal Burcea ni el diario español es que precisamente los antiguos "jerifaltes del régimen" son los principales sostenedores del capitalismo actual, pues también son sus principales beneficiarios (sino que se lo digan a Basescu, actual presidente del país, y alto cargo comunista en el momento del golpe de diciembre de 1989). Al contrario, los que echan de menos el trabajo digno, la vivienda accesible y la comida barata, aparte de la sanidad y la educación universales, son, precisamente, los trabajadores rumanos y, especialmente, aquellos que pudieron disfrutar de los logros del Socialismo.

¿Cómo es posible que los antiguos "comunistas" rumanos o sus herederos estén hoy al cargo de la actual dictadura rumana (a la que siguen intentando dibujar como democracia)? En realidad, desde 1965, especialmente con la llegada de Ceausescu a la presidencia del país, una década después de la muerte de Stalin y la toma del poder en la Unión Soviética por los oportunistas y revisionistas de Jruschov y, después, Brevnev, el marxismo-leninismo dejó de tener vigencia en Rumania, salvo como modelo teórico, y una elite de miembros del partido se transformaron en una clase burocrática que pronto se sintió limitada en el sistema igualitario comunista y anhelaba el paso a un sistema en el que pudieran enriquecerse a costa de sus compatriotas: el capitalismo. Eso si, al menos Ceausescu fue fusilado por negarse a traicionar a su pueblo y a lo que él creia que era el socialismo, y murió cantando La internacional ante el pelotón de ejecución, frente a los que ordenaron su asesinato frotandose las manos por el botín que esperaban repartirse

De hecho, la mayoría de las críticas que los rumanos de hoy hacen a su pasado socialista son por lo que iba surgiendo en él de anticipos de capitalismo: la existencia de una capa privilegiada de altos cargos e intelectuales, los fallos en la distribución de alimentos por el surgimiento de capa de listillos que hacían negocio con la escasez, en la mayoría de los casos miembros del partido bien relacionados políticamente, o, en resumen, las muestras de creciente desigualdad que, sin embargo, no pueden compararse con la aberración actual, donde mientras la mayoría sufre para poder llegar a fin de mes con apenas 200 euros al mes algunos atesoran botines de millones y millones de euros a costa del sufrimiento de su pueblo.

A pesar de los defectos que fueron surgiendo con la extensión y profundización de la lucha de clases y de la renuncia a la dictadura del proletariado, las virtudes del socialismo siguieron asegurando, mientras esa elite iba minando el sistema, los derechos y logros que los trabajadores rumanos habían conquistado tras la Segunda Guerra Mundial y durante la República Popular Rumana (1948-1965). Algo que después de 1990 se convirtió en un simple recuerdo del pasado, pues el capitalismo aplicó un metódico plan de destrucción de la riqueza industrial de Rumania y, por lo tanto, de la mayoría de los puestos de trabajo y de todas las conquistas de la clase obrera, y aquella elite reconvertida en los nuevos capitalistas "democráticos" se dispusieron a saquear y a vivir de los suyos ya sin límite alguno.

De hecho, el tal Burcea, intenta hacer creer que ese recuerdo del comunismo es una falsa idealización, motivada solamente por la pobreza y la falta de perspectivas debido a la crisis, pero, sin embargo, no se trata de tal idealización, sino de una comparación entre lo que fue y lo que es, tan evidente que hasta los jóvenes reconocen que sus abuelos vivían en un sistema más justo.

Una plantilla cada vez más habitual en las calles de Bucarest
Para terminar, no podía faltar el recurso a la prostituida palabra "libertad", sacándose de la manga a una mujer de 63 años, afirma el artículo literalmente, "vivió su infancia y su juventud bajo la dictadura" (¿una dictadura con trabajo asegurado, servicios sociales para todos, educación gratuita y universal, vacaciones accesibles y disfrutadas por todos, etc...? Si el artículo afirmara que actualmente Rumania es una dictadura insoportable, podríamos aceptar que los defectos del antiguo socialismo rumano podrían hacerle encuadrarse en una especie de dictadura, pero si se considera que actualmente hay libertad, entonces... la Rumania Socialista, incluso la de los últimos años, !era el paraíso!).

 La entrevistada, la señora Popa, dice que no había entonces libertad porque "ella misma fue obligada a trasladarse a trabajar a una pequeña localidad de Transilvania dentro del programa gubernamental de colocar a personal cualificado en los pueblos" ¿Qué te den trabajo en un pueblo es sinónimo de falta de libertad? Si los millones de rumanos huidos del país desde la instauración de la dictadura capitalista hubieran tenido un trabajo cualificado en un pueblo de su país probablemente jamás hubieran tenido que trabajar recogiendo fresas o cuidando abuelos en Italia, España o Alemania, algo que parece que para los periodistas de La Vanguardia, el tal Burcea, y la señora Popa si que significa una gran libertad.

En fin. El artículo de EFE se puede leer completo a continuación. A pesar de su esfuerzo habitual (y obligado si sus periodistas "libres" no quieren perder su trabajo) por criminalizar y ocultar los logros del pasado socialista, es sorprendente comprobar que hasta los medios de propaganda del capitalismo tienen que reconocer que los trabajadores de los países del este, en este caso de Rumania, reconocen, cada vez en mayor número, la superioridad del Socialismo.

En fin, el artículo completo, que ha sido publicado en gran parte de la prensa española, se puede leer en el siguiente link. Como se puede comprobar, ya en su título se aprecia los esfuerzos que tienen que hacer los medios de propaganda para justificar el fracaso de la barbarie capitalista e intentar hacer creer que el pasado añorado por, en este caso, los rumanos, parezca aún peor que el desastre provocado por dos décadas de saqueo del país por una minoría de delincuentes (a lo que, por supuesto, no definen, pues al fin y al cabo el que paga, manda, ni mucho menos, aunque en este caso sea más que evidente, como una "dictadura capitalista":

"La pobreza en Rumanía despierta la nostalgia por la dictadura comunista"

martes, 24 de septiembre de 2013

Tenemos que conseguir que el sol, hermoso como nunca antes, brille sobre toda Europa

En la farsa electoral perpetrada el domingo pasado en Alemania volvió a ganar la Fuhrer de Europa, Ángela Merkel, que se dispone a continuar con su política de recortes de derechos a los trabajadores y de ajustes de salarios y gastos sociales para, por otro lado, multiplicar la riqueza de la oligarquía local y multinacional. Su receta: austeridad para los que trabajan, ostentación para los parásitos.

Una mala noticia para los trabajadores europeos, (no muy diferente, todo hay que decirlo, de si hubieran ganado los socialdemócratas, que incluso pueden formar coalición con el partido de Merkel).

Para los trabajadores de todo el continente, pero también para los alemanes, el futuro aparece cada vez más negro, pues en Europa tardará en volver a brillar el sol como lo hacía hace algo más de dos décadas en la Alemania en la que el poder estaba en manos de la clase obrera.

Aquel precioso himno, el de la República Democrática Alemana, puede servir hoy de requiem para esta Europa en ruinas, en la que en algún momento habrá que volver a tomar el poder, como en la Unión Soviética y el resto de paises socialistas del este europeo, y, parafraseando su emotiva letra, va a haber "que superar la antigua miseria, y la superaremos unidos, pues tenemos que conseguir que el sol, hermoso como nunca antes, brille sobre toda Europa", y acabar, y esta vez para siempre, "con los enemigos del pueblo".


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Rosia Montana y el desclasamiento de los trabajadores rumanos

Las protestas llevadas a cabo en los últimos días en la capital de Rumania, en contra del inicio de la explotación minera de Rosia Montana por una multinacional canadiense para proteger el medio, a la vez que los mineros de la zona hacen lo propio defendiendo el proyecto y exigiendo un puesto de trabajo, son una evidente ilustración del desclasamiento obrero, su beneficiosa fragmentación para la clase dominante en multitud de intereses, en lugar de concentrarse en la lucha contra la explotación y su emancipación.

Rosia Montana
"Todos los pensamientos de las camaradas, de las mujeres del pueblo trabajador, deben concentrarse en la revolución proletaria", sentenciaba Lenin a Clara Zetkin, en una entrevista realizada en 1920 y en la que el lider de los trabajadores se quejaba del peligro de que la clase obrera dejara de luchar por su objetivo principal, la lucha de clases, diversificándose en luchas particularizadas desvinculadas de la revolución, cuyo triunfo iría solventado el resto de sus necesidades.

El abandono de la lucha de clases como eje vertebrador de toda protesta y todo combate hace que, como sucede con Rosia Montana, todos protesten por sus intereses o siguiendo sus opiniones particulares, pero nadie se de cuenta de que, precisamente eso, es lo que mas interesa a las grandes corporaciones y a los capitalistas, sea cual sea su nacionalidad. Así ecologistas, feministas, homosexuales, pacifistas, e incluso trabajadores pidiendo trabajo, combaten cada uno por su cuenta, como si cada guerra fuera ajena al problema principal: el capitalismo y la explotación de unos sobre otros.

De hecho, la desorientación general y la afición interclasista, causa del olvido y criminalización de la lucha de clase, hace que los "anticapitalistas" que salen a la calle en Bucarest u otras ciudades del pais bajo la justa causa de impedir la explotación minera de Rosia Montana forman parte de un gran grupo de diversas tendencias entre los que hay, por ejemplo, miles de herederos de los legionarios fascistas y de sus versiones actuales en boga  (Noua Dreapta, Totul pentru Tara, etc..).

Rosia Montana es un pueblo situado en la provincia de Alba, en Transilvania, en los bellos montes Apuseni, que se encuentra sobre uno de los mayores yacimientos de oro de toda Europa. En la zona, los romanos llevaron a cabo la explotación del precioso metal durante los pocos años que estuvieron en el territorio, y después las minas siguieron siendo fuente de riqueza de turcos, magiares y del Imperio Austrohúngaro.

Antes de la proclamación popular de la República Popular Rumana, en 1948, la explotación estuvo en manos privadas, pero el comunismo nacionalizó todos los recursos naturales y medios de producción y las minas de oro pasaron a pertenecer al pueblo rumano. Tras el golpe de estado de 1989, la situación cambió, y al igual que el 90% de la riqueza nacional de Rumania, las minas volvieron a manos privadas y a ser objeto de la codicia de las grandes multinacionales mineras, sin ningún interés en el bienestar de los trabajadores locales ni en la conservación del medio, y con la exclusiva meta de enriquecerse a costa del trabajo y la riqueza ajena.

mineros de Rosia Montana
En este caso, la compañía Rosia Montana Gold Corporation, con capital canadiense mayoritario (en manos de la compañía Gabriel Resources), explotó desde 1999 hasta 2006 el oro que era de los rumanos hasta 1989. Después de la finalización de la licencia, y de su no renovación por sus probables consecuencias mediambientales, ahora están a punto de reiniciarse los trabajos durante otros 17 años, en una superficie de unos 12 kilómetros, tiempo en el que se espera extraer 300 toneladas de oro. El gobierno ya ha dado luz verde.

La no renovación de la licencia de explotación tuvo lugar después del desastre ecológico de Baia Mare (ver Cuando el Danubio dejó de ser azul ), ciudad minera al norte del país, en la cual se desbordaron los depósitos de agua contaminada con cianuro tras su uso en la extracción de oro, contaminándose los ríos más importantes de la zona, en especial el Tisa, que llevaría los vertidos a través de Hungría hasta el Danubio. Aquellos 100.000 metros cúbicos de agua pesada contaminada, rica en cianuro y otros metales pesados tóxicos como el cobre y el zinc, derramados a través de la parte inferior de una brecha en un dique de desechos, en las minas de Baia Mare, al norte del país, provocaron un escándalo internacional, que detuvo temporalmente todas las explotaciones mineras auríferas del país.

Ahora que las aguas se parecían haberse calmado, las multinacionales mineras han vuelto al ataque. Tras el permiso del gobierno socialdemócra,  las manifestaciones en contra se han extendido por el pais, algunos por motivos meramente ecologistas, otros por estímulo mediático, y algunos porque no tienen como expresar su protesta ante el sistem debido a la desorganización y sometimiento general, y la falta de un partido de vanguardia que dirija y oriente la lucha.

Sin embargo, aunque los ecologistas salgan a la calle cabreados por la aprobación de la nueva concesión a Rosia Montana Gold Corporation, existen otras explotaciones basadas en el uso del cianuro en Transilvania, aunque estas no salgan tanto en la televisión y, por lo tanto, no provocan protesta alguna.

El hecho es que el cianuro se sigue utilizando en suelo rumano, con el consiguiente peligro medioambiental para las aguas del territorio, y va a seguir utilizándose, siga adelante o no el proyecto de Rosia Montana. Por ejemplo, en  Certeju de Sus, localidad en la provincia de Huneadoara, European Goldfields, con la colaboracion de mil millones de euros del  emirato de Qatar, se ha dado luz verde al comienzo de las extracciones, mientras con el 70% de paro en el pueblo sus paisanos tendran que elegir entre cianuro o hambre.

Lo mismo sucede en el caso de los habitantes de los alrededores de Rosia Montana, sumidos en la pobreza y en la desesperación, que también han salido a la calle para pedir, en este caso, que la explotación minera se ponga en marcha, a la que ven como su única posibilidad de dar de comer a sus familias y de que el pueblo subsista en el futuro. Con algo de razon, pero no con toda, los mineros se quejan de que los que llaman "niños bien de Bucarest" decidan sobre su futuro, que desde hace dos décadas ha sido bastante negro. Los olvidados habitantes de las montañas de Alba han sufrido, como el resto de la clase trabajadora rumana,  las consecuencias de la destrucción de más de la mitad de los puestos de trabajo desde la instauración del capitalismo en 1990 (de los más de 8 millones de trabajadores del último año de la Rumania Socialista quedan hoy poco mas de 4 millones). Tristemente, los miles de jóvenes rumanos que han salido a la calle a protestar contra el proyecto Rosia Montana no han creido conveniente hacer lo propio contra el saqueo del pais llevado a cabo tras la instauracion del capitalismo, frente a la destruccion de la riqueza nacional, o para protestar por el hecho de que mas de 3 millones de trabajadores rumanos hayan tenido que huir del pais para poder sobrevivir.

Y es que bajo una dictadura capitalista (perdón por el pleonasmo), a pesar de los sostenedores de las falsas virtudes del mercado libre del trabajo, la negociación entre empresario y empleado es totalmente desequilibrada, y el primero es el que tiene realmente la sartén por el mango, pues el segundo siempre va a necesitar comer y va a acabar aceptando para ello cualquier empleo. En esta desventaja básica se basa la explotación capitalista, y justo para luchar contra ella se inventó la unión de los obreros, los sindicatos, y las organizaciones comunistas.

En un contexto en el que ya no existe organización obrera alguna, en el cual la violencia intrínseca a la lucha de clases está deslegitimada, y en el que la clase capitalista, sabedora de ello, da constantes vueltas de tuerca contra los derechos de los trabajadores sin apenas oposición, es lógico que los habitantes de la empobrecida y abandonada Rosia Montana luchen por tener un salario, aunque sea pírrico, incluso aceptando el envenenamiento y la destrucción de su entorno y, posiblemente, de sus hijos.

Mientras tanto, y precisamente a causa de esa criminalización y abandono de la lucha de clases, cuya existencia es paradójicamente cada vez mas evidente, aunque en el combate solo siga luchando un bando, el de los capitalistas, mientras el otro sufre resignado constantes despropósitos, nadie exige en las calles la única solución al desastre vigente (posible y lamentablemente porque la televisión y los medios, en manos de los capitalistas, no lo denuncia, además de por la inexistencia de organización obrera alguna que sirva de dirección a los desorientados, desesperados o narcotizados miembros de la clase obrera): el regreso al Socialismo.

En tercer lugar, el hecho de que la compañía que va a explotar el oro, que hace dos décadas era propiedad de los trabajadores rumanos, sea una multinacional privada, en este caso canadiense (aunque realmente dé igual el origen) hace que la causa del más que probable desastre medioambiental provocado, la urgencia de conseguir un trabajo, y la destrucción de una región histórica, con restos romanos, vestigios dacos y una belleza natural incomparable, sean la directa consecuencia de la entrega de la riqueza del subsuelo rumanos a manos de unos cuantos parásitos extranjeros (o locales, pues los grandes ladrones no entienden de banderas ni patrias), mientras los mineros de los pueblos alrededor de las minas y sus familias continúen siendo pobres y cada vez con menos derechos. Este, que es el principal problema, pocos de los que salen a la calle, de uno y otro lado, lo mencionan siquiera. Es bueno salir a la calle a protestar, pero sabiendo por qué, y para qué.

En realidad, solo si los trabajadores vuelven a tomar el control de los medios de producción y, por lo tanto, de los recursos explotados, tendrán asegurado no solo el trabajo y el pan de cada día sino también el futuro de sus hijos. En ese caso, cuando la fuerza de trabajo no sea una mercancía que se ofrece a cambio de las migajas ofrecidas por los que se han apropiado de los medios de producción, cuando no sea necesario trabajar a cambio del o que sea para cubrir las necesidades, cuando la riqueza producida sea para beneficio de los que la producen, se podrá valorar en toda su justeza si merece la pena o no destruir y envenenar la tierra, el agua o el cielo para producir un poco o mucho oro, o si en realidad las fuerzas productivas y los esfuerzos económicos de un país cuyo objetivo no es el enriquecimiento de unos pocos si no el bienestar de todos pueden dirigirse a otras producciones o a las mismos pero con métodos menos dañinos.

En definitiva, lo importante es que los que trabajen sean los que deciden para que trabajan, los que se queden con el beneficio, y los que valoren si merece la pena o no hacerlo, además de que trabajen, produzcan, para su beneficio, con dignidad, y no a cambio de cualquier migaja mientras enriquecen a unos cuantos delincuentes. Y para eso hay que volver a construir conciencia de clase y a volver a pasar a la ofensiva en la lucha.

domingo, 8 de septiembre de 2013

La admiración por Lenin se multiplica en Rusia

La imagen del líder de la Revolución bolchevique, Vladimir Lenin, que en los pasados veinte años lentamente se había ido recuperando despues de la campaña de criminalización llevada a cabo por los medios de propaganda capitalista tras la destrucción de la Union Soviética, ha cobrado últimamente un nuevo impulso, a expensas de la decepción popular ante las consecuencias de la gran estafa democrática en Rusia.

Una encuesta realizada por el  Centro Levada, evidencia que los trabajadores rusos de hoy perciben la figura de Lenin como positiva, descendiendo en forma muy importante el número de personas que veían al líder bolchevique como "un dictador". Paralelamente quienes piensan que Lenin fue "un gran pensador, un visionario", también se ha incrementado, según publica RIA Novosti.

La decepción de la mayoría de la gente en relación a lo que se prometía a partir de los "cambios democráticos" es lo que alimenta cada vez más el recuerdo del "luminoso pasado soviético", según el citado sondeo.

Además los relatos de las experiencias personales de los ahora ancianos, aunque también de muchos simplemente mayors que vivieron durante la existencia de la URSS, son los que sustentan la vuelta de la mirada de los jóvenes a una sociedad "que no tenía que preocuparse por la educación, la asistencia médica y el trabajo", problemas fundamentales y crecientes en la actual sociedad.

En realidad lo que está sucediendo en Rusia, como en todos los antiguos países socialistas del este europeo, es que el prometido paraíso capitalista, anzuelo que picaron muchos a principios de los años 90, se ha demostrado un verdadero infierno, que la supuesta democracia que se vendió como el camino hacia la libertad, se ha desvelado una útil y eficaz herramienta de la dictadura del capital, y que, en consecuencia,  los trabajadores se han dado cuenta cada vez en mayor número de todo lo que perdieron con el final de la Union Soviética, forjada por heroes como Lenin, Stalin y tantos otros comunistas.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Siria y el imperialismo: comunicado de la Red de Blogs Comunistas

El imperialismo se apresta a agredir, por enésima vez, a un Estado soberano: los bandidos de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Israel y toda una serie de regímenes satélites del imperialismo han decido empuñar ellos mismos los cuchillos ante el manifiesto fracaso de su falsaria estrategia guerracivilista en Siria. De hecho, la tenaz resistencia de éste ha conseguido, hasta la fecha, echar por tierra los planes criminales de Estados Unidos y sus secuaces: sólo cuando –a pesar de las enormes pérdidas causadas al pueblo sirio- se ha hecho patente la incapacidad de mercenarios, fanáticos oscurantistas y vulgares asesinos a sueldo del imperialismo para derrocar a Bachar Al Asad, no ha quedado otra elección a los bandidos imperialistas que mancharse ellos mismos las manos de sangre siria.
 
Ayer eran las “armas de destrucción masiva” de Bush, Blair, Aznar & Co. la excusa para destruir Iraq; hoy, con guión gemelo, son las “armas químicas” de Obama, Hollande y Cameron el pretexto esgrimido para llevar la muerte y el horror a Siria.
 
Como ya ocurriera a finales del s. XIX y principios del XX en el ámbito balcánico bajo control del Imperio Otomano –aquel “hombre enfermo del Europa” en expresión acuñada por los imperialistas de entonces-, el mundo árabe-islámico actual se ha convertido en el botín a rapiñar por los imperialistas del presente. Son diversas las causas que contribuyen a que ello sea posible. Desde una perspectiva estrictamente política, no cabe duda a la Red de Blogs Comunistas (RBC) que la perversa conjunción de gobiernos antipopulares y reaccionarios en el mundo árabe-islámico –como es el caso del gobierno de Bachar Al Asad; como lo eran los de Saddam Husein o Gaddafi- con la enorme debilidad de las fuerzas Marxistas-Leninistas en estos países es la auténtica ganzúa de que se sirven los bandidos del imperialismo para su saqueo. 
 
A su vez, la intervención creciente de Rusia y China en esta zona geoestratégica, su capacidad para ir perfilando una “política mundial” propia en esta área, auguran, a juicio de la RBC, la paulatina transformación del mundo árabe-islámico en un campo de batalla interimperialista como expresión de una gran guerra de redivisión.
 
En esas condiciones, y en el entendido de que ambas tareas están dialécticamente relacionadas, la RBC llama a las fuerzas progresistas del mundo árabe-islámico a construir Partidos Comunistas Marxistas-Leninistas capaces de galvanizar y dirigir la resistencia frente a la ingerencia imperialista y de organizar la toma revolucionaria del poder en sus respectivos países.
 
Por otra parte, la práctica coincidencia en el tiempo de las amenazas imperialistas contra Siria y el sanguinario golpe militar en Egipto ha puesto de manifiesto, una vez más, los infinitos raseros del imperialismo, su inagotable hipocresía criminal: ¿dónde fue a parar el “humanitarismo” que ahora invocan para bombardear Siria cuando el ejército egipcio inundó de sangre las calles de El Cairo hace un par de semanas? ¿O dónde fue a parar el “humanitarismo” de los imperialistas cuando Israel machaca inmisericordemente al pueblo mártir de Palestina?
 
Los acontecimientos de Siria y Egipto han tenido la virtud de mostrar no sólo la debilidad de las fuerzas de izquierda en los países árabe-islámicos sino también en el corazón de los países imperialistas:
 
Por una parte, como ya ocurriera durante la Guerra Civil española (1936-1939), los negros sucesores del negro POUM y sus crepusculares intelectuales, emboscados ahora tras proclamas presuntamente “democráticas” y travestidos en siglas como IA (“Izquierda Anticapitalista”) o CR (“Corriente Roja”) han desempeñado el sempiterno papel de los traidores: el de agentes del capital y la reacción en el seno de la clase obrera. La consigna de lucha contra el imperialismo es algo vacío si no va acompañada de una lucha frontal, sin concesiones, contra la labor de zapa que llevan a cabo estos grupos de mamporreros de los imperialistas.
 
En el mismo sentido, denunciamos el ya conocido oportunismo proimperialista del tipo de los Hollandistas franceses, los laboristas ingleses, los “socialistas españoles” y de todos los “socialismos de derecha”, que son ya parte indisoluble de la barbarie imperialista y herramienta esencial para la justificación de sus crímenes.
 
Por otra parte, yerran en el análisis y en la práctica política quienes, en abierta oposición a las enseñanzas leninistas, eligen entre Kerensky y Kornílov, entre Rusia y Estados Unidos, entre Al Sisi y Morsi; quienes, sin Partido y desde el eclecticismo ideológico estilo siglo XXI, pretenden la existencia de un imperialismo “bueno” y otro “malo”, de un golpismo “bueno” –bendecido, por cierto, por el imperialismo “malo”- y un fanatismo religioso “malo”. De persistir en estas posiciones gravemente erróneas, su destino será el puro y duro socialchovinismo.

La RBC hace un llamamiento a oponerse a la criminal agresión imperialista contra Siria y a apoyar todas las convocatorias públicas contra tal agresión; asimismo, llama a la solidaridad con los pueblos árabe-islámicos, y a la agitación y a la movilización de la clase obrera y a los pueblos de cada una de esas potencias imperialistas, recordando, por último, la necesidad histórica de constituir Partidos Comunistas Marxistas-Leninistas como única palanca que puede llevarles a la auténtica libertad e independencia de sus países. 

 
¡MUERTE AL IMPERIALISMO!

¡SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SIRIO Y TODOS LOS PUEBLOS ÁRABE-ISLÁMICOS AGREDIDOS!

¡NO HAY VERDADERA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO SIN LUCHA POR EL COMUNISMO!
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