viernes, 4 de julio de 2014

Los BRICS y "el bien común"

“Los miembros del BRICS no solo están persiguiendo sus propios intereses, sino que también están comprometidos con el bien común del mundo”, señaló Zhang Jung , director general del Departamento de Relaciones Eco­nó­micas Internacionales del Mi­nis­terio de Exteriores de China, días antes de la celebración de la cumbre del grupo de paises que están intentando crear un supuesto polo alternativo al imperialismo norteamericano,  que se celebrará en julio en la ciudad brasileña de Fortaleza.

El grupo de los BRICS está formado por estados como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que protagonizan el surgimiento de una especie de polo alternativo en el mapa económico mundial, desde hace dos décadas dominado casi unilateralmente por Estados Unidos y sus aliados-cortesanos.


El gran motor en puja por sustituir a EEUU, Europa y Japón a lo largo los años de la última crisis capitalista,  han sido básicamente China –segunda economía mundial ya– e India, seguidas por otros paises en desarrollo.  En esta suerte de “nueva geografía económica mundial” la base son estos dos estados poblados aproximadamente por 2.500 millones de habitantes (más de un tercio de la población total mundial) que están llevando a cabo una, se puede llamar así, “tercera revolución industrial”, con la mercantilización del campo y la incorporación de decenas de millones de ex campesinos a la producción asalariada. La combinación entre inversión extranjera y mano de obra barata han sido la fórmula del ”éxito” en materia de competitividad de esos paises que, simplemente han dado una vuelta de tuerca a la explotación capitalista, aunque en algún caso se haga en nombre de la bandera roja.

Sin embargo, no hay nada más utópico que la creencia en el supuesto antimperialismo de los BRICS,  de los estados y los gobiernos capitalistas progresistas, ligados ferreamente al mercado mundial y al capital financiero internacional, que domina la economía. En dichos estados el sistema sigue siendo el capitalismo,  es decir, el control de la riqueza y del poder por parte de los oligarcas, empresarios y financieros. Aunque los BRICS tengan roces con Washington, típicos conflictos interimperialistas por el control de los recursos, su principal enemigo es, como en la U.E. o Estados Unidos, el anticapitalismo de los trabajadores.

Los BRICS incluyen a una potencia auténticamente mundial, China, que es todo un centro de manufacturas, ciencia y crecimiento; a Rusia, una potencia militar muy dependiente de la exportación de energía y que carece de un sector manufacturero competitivo; a Brasil, una economía dependiente de la exportación de materias primas y con una desigualdad monstruosa; y a la India, donde tres cuartas partes de la población vive con una cantidad igual o inferior a 3 dólares diarios, además de Sudafrica donde gran parte de la población vive sumida en la pobreza mientras los capitalistas (mayoritariamente blancos, aunque siguen vendiéndonos que se acabó con el apartheid) se llenan los bolsillos a manos llenas.

En todos los casos, los cantos de sirena del desarrollo económico vienen acompañados de un aumento de la desigualdad y de la explotación económica. El declive del eje UE-EE UU no viene acompañado, ni mucho menos, de lucha antimperialista o anticapitalista a nivel geopolítico alguna. La crisis engendrada por el neoliberalismo en Occidente viene acompañada, al contrario, del ascenso del propio neoliberalismo en Asia, especialmente en China, India, o paises como Corea del Sur e Indonesia, además de en otros estados miembros de los BRICS como Brasil o Sudáfrica.


Según Jim O’Neill, presidente de Goldman Sachs,  en 2039 el grupo de los BRICS rebasará a los países capitalistas más desarrollados, y en 2050 tendrá en conjunto, el mayor PIB mundial.

Otro dato importante que presenta Wealth-X y USB Billionarie Census 2013,  es que los paises con más multimillonarios son Estados Unidos, con 539. seguido de China, con 157; entre los diez primeros estarían también Rusia, con 108, China, con 103 y  Brasil con 50.

Si bien es cierto que en la última década, más del 50 % del crecimiento económico mundial ha venido de los países BRICS, es necesaria una importante matización a las palabras del alto cargo de los asuntos exteriores chinos: los BRICS no solalmente buscan sus propios intereses sino, en concreto, solo los de su clase dirigente; es decir, grandes empresarios, latifundistas y otros ladrones, mientras permiten que se intensifique la explotación y la desigualdad en sus pueblos. 

Por otro lado, y en vista de todo lo anterior, las bonitas palabras de Zhang Jung sobre su supuesta búsqueda del  "bien común", no hay ya patán que se lo trague ni en relación a la propia clase trabajadora local ni, ni mucho menos, a la mundial, pero tampoco en lo que se refiere a las relaciones internacionales entre estados, en las que, como en todo, su único objetivo es el de la clase que los dirige: es decir, aumentar los propios beneficios a cualquier costa y a la mayor velocidad posible y mejorar el bienestar de la clase capitalista. Y punto.

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