lunes, 25 de diciembre de 2017

Palabras de Ceausescu antes de ser ejecutado el día de Navidad de 1989

Sin embargo, cuando le dejamos frente al muro, su actitud fue sorprendentemente digna. En voz alta, gritó "Viva la República Socialista de Rumania y la independencia! !Muerte a los traidores! !La historia nos vengará!", después de lo cual comenzó a cantar un fragmento de "La Internacional".
Se cumplen hoy 28 años de la ejecución sumarísima a manos de los golpistas que tomaron el poder en Rumania en diciembre de 1989 de Nicolae Ceausescu y su esposa Elena. La suerte del presidente de la República Socialista de Rumania estaba echada desde que, pocos meses antes, había rechazado las peticiones-órdenes de Gorbachov para implementar las reformas aperturistas, para facilitar la restauración total del capitalismo, que el líder soviético había iniciado en la Unión Soviética, conocidas en Occidente como Glasnost o Perestroika.
Imagini pentru ejecucion de los ceausescu
Imágenes de la ejecución sumarísima de los Ceausescu

A pesar de que no se puede olvidar la responsabilidad del propio Ceausescu durante su gobierno, pues era el máximo responsable del Partido Comunista de Rumania, en la restauración del capitalismo con este golpe de estado contra la clase trabajadora rumana, tras de un proceso de reformismo y abandono de los principios marxistas a partir del XX Congreso de la URSS y la sustitución de la República Popular Rumana por la República Socialista Rumana en 1965 ("la república de todo el pueblo", según su propia definición constitucional, aparcándose ya la lucha de clases o la dictadura del proletariado), lo cierto es que en sus últimos años destacó frente a líderes de otros paises por oponerse con determinación a las reformas impuestas desde Moscú; hay que subrayar, por ejemplo, la decisión de reparar el error de endeudarse con el FMI en los años 80, devolviéndose la deuda en los últimos años del socialismo rumano a marchas forzadas, lo que hizo que los rumanos tuvieran que apretarse el cinturón, aunque en ningún caso se pudiera hablar de pobreza, hambre o desempleo, algo que es habitual, sin embargo, en todo régimen capitalista (tal y como pueden comprobar hoy en sus propias carnes los rumanos después de 28 años de dictadura del capital).

La necesidad de eliminar por la vía rápida a los Ceausescu surgió de esa "cabezonería" del presidente rumano en defender el socialismo (por muy desviado que estuviera del marxismo-leninismo o sui generis que este fuera) frente a los que intentaban, como en Rusia, restaurarlo con la complicidad del propio Partido Comunista; la élite del PCR, que ya vivía desde los años 60 una vida privilegiada, aunque ceñida con el corsé de la economía y legislación socialista, estaba encantada con la idea de romper las limitaciones y poder enriquecerse sin obstáculo alguno, así que veían al líder rumano como una piedra en el camino; una piedra demasiado grande, pues el pueblo rumano, o al menos gran parte de él, los trabajadores, le hubieran apoyado si este hubiera aparecido ante ellos como defensor del socialismo y negándose a aceptar los cambios impuestos por el imperialismo, Rusia y la élite del partido rumano.

El testimonio de los soldados que cumplieron las ordenes de ejecutar a los Ceausescu deja claro que, en ningún momento, el presidente rumano perdió la dignidad ni abandonó sus principios:

"Nuestro camino hacia el paredón hizo que ellos (Nicolae y Elena Ceausescu) perdieran a veces las fuerzas, en tramos fueron llevados en volandas por mis compañeros. En un principio, ellos creían que les llevábamos al helicóptero, hasta que han comprendido la situación. Entonces vi a Nicolae Ceausescu como un hombre, no como al presidente, y sus ojos estaban humedecidos por las lágrimas. Sin embargo, cuando le dejamos frente al muro, su actitud fue sorprendentemente digna. En voz alta, gritó "Viva la República Socialista de Rumania y la independencia! !Muerte a los traidores! !La historia nos vengará!", después de lo cual comenzó a cantar un fragmento de "La Internacional".

En el anterior testimonio, Dorin Cârlan, soldado del pelotón de ejecución, cuenta también como la ejecución fue sin contemplaciones, prácticamente a bocajarro, y que el capitán Boierul Ionel y el sargento mayor Gheorghiu Octavian dispararon sin aviso previo, a una distancia de un metro, un metro y medio, y el resto de los soldados les siguieron: "No me di cuenta, pero en los pantalones y en las botas tenía al terminar huellas de huesos y sangre".
Imagini pentru rumania socialista

Previamente, antes de la ejecución, durante la farsa de juicio que se les preparó a los Ceausescu en la Base Militar de Tirgoviste, el que hizo de fiscal preguntó a Nicolae Ceausescu: "Debería decirnos por qué no responde a nuestras preguntas. ¿Qué le impide hacerlo?". Y Ceausescu respondió, con total claridad: "Responderé a cualquier pregunta, pero sólo en la Gran Asamblea Nacional, ante los representantes de la clase obrera. Digan al pueblo que responderé todas sus preguntas. Todo el mundo debe saber lo que está pasando aquí. Sólo reconozco a la clase obrera y a la Gran Asamblea Nacional, a nadie más".

Precisamente eso era lo que pretendían los traidores golpistas: que nadie supiera lo que estaba pasando allí, evitar que Ceausescu siguiera negándose, como era claro que iba a hacer, a la restauración del capitalismo de mercado.

28 años después aquel crimen sigue impune, la élite del PCR que apoyó el golpe de estado hoy conforma la gran burguesía nacional y dirige todos los partidos políticos (los partidos comunistas están prohibidos) y la clase trabajadora has ido condenada a la emigración (3 millones de rumanos han huido del país para poder ganarse la vida), a la pobreza (el 50% de los trabajadores vive con menos de 250 euros al mes) y un 25% de los rumanos sobreviven en los límites de la miseria.

No es de extrañar que en todas las encuestas realizadas en estos casi treinta años los rumanos confirmen que prefieren el sistema socialista al capitalista, y que vivían mejor antes del golpe de estado de diciembre de 1989 que con el desastre y saqueo generalizado sufrido por la clase trabajadora en los 28 años siguientes de dictadura del capital; algo que en los últimos años también se puede decir de los más jóvenes, que han vivido siempre bajo un sistema de explotación y desigualdad y a los que sus abuelos y padres cuentan con nostalgia cómo vivían los trabajadores en la Rumania Socialista.

domingo, 24 de diciembre de 2017

Mos Gerila contra Santa Klaus

A los países socialistas no llegaba Papá Noel. En el este de Europa, la cultura del este en el solsticio de invierno el que llegaba era el Abuelo del hielo, en rumano Mos Gerila o en ruso Ded Maroz, ДЕД МОРОЗ.
Ded Maroz o Mos Gerila

La locura capitalista del consumismo, que representa el gordo cocacolero inventado en Estados Unidos (el tradicional San Nicolás nunca llegó en Navidad con regalos para los niños, sino el día de San Nicolás, el 6 de diciembre, con dulces y caramelos), no se extendió en Rumania, ni en la Unión Soviética, hasta mucho después del triunfo revolucionario en ambos países de la clase obrera.

Sin embargo, poco a poco, la relajación revolucionaria, el alejamiento progresivo entre el partido y el pueblo, y la creciente extensión de las relaciones de producción capitalistas, aunque en forma de capitalismo de estado, fueron introduciendo la identificación entre fiestas de invierno y festividades del gasto y la apariencia: en Rumania, el tradicional Mos Gerila (Abuelo del hielo) fue progresivamente siendo sustituido por Mos Craciun (el Abuelo de Navidad, ya identificado con el odioso Santa Klaus representante del consumismo, el capitalismo, el derroche de recursos y la desigualdad). El cambio también afectó al traje del Abuelo del hielo que empezó a representarse sin su color tradicional, el del invierno, el azul, para ser vestido con el rojo impuesto por la multinacional Coca Cola, que previamente se había impuesto ante el verde de San Nicolás.

Por supuesto, hoy pocos recuerdan a Mos Gerila en estas fechas, como tampoco en Rusia a Ded Maroz. Ambos están en retirada frente a la ofensiva de la barbarie económica, cultural e ideológica en ambos paises, Rumania y Rusia, como también en el resto del antiguo mundo socialista. Se trata, no obstante, de una retirada estratégica: el capitalismo está condenado a ir cavando con su desarrollo su propia tumba, pues, como escribieron Marx y Engels en El Manifiesto Comunista, "La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables".
Papá Noel o Santa Klaus

En la continua e inevitable lucha de clases entre explotadores y explotados, en el combate entre Socialismo o Barbarie, ambos símbolos de la Navidad son metáforas de una manera de ver el mundo y de valorar la humanidad, su cultura, la fraternidad entre los hombres, el papel de la explotación.

Ded Moroz o Mos Gerila, representan también la necesaria relación de integración del hombre en la naturaleza, la celebración del hielo que dará lugar en primavera al sustento del año próximo, además de la imperiosa necesidad de parar la maquinaria destructiva del capitalismo, pues, como ya demostraran Marx y Engels, "El capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y los seres humanos".



jueves, 21 de diciembre de 2017

A 28 años de la "Revolución", el 25% de los rumanos son pobres, mientras que el 44% de los trabajadores sobrevive con menos de 230 euros al mes.

A punto de cumplirse 28 años del golpe de estado que restauró el capitalismo salvaje en Rumania, en diciembre de 1989, el 25,3% de los rumanos sobreviven como pueden por debajo del umbral de la pobreza, según una investigación reciente del Instituto Nacional de Estadística de Rumania (INS). Y, por cierto, gracias a las ayudas sociales del gobierno esta cifra no es doble. Otros datos demuestran también que, en relación a las situación de la clase trabajadora,  la imposición del capitalismo y de las políticas neoliberales ha provocado que, en 2017, 1 de cada 2 asalariados sea pobre, y que el 44% tenga que sobrevivir con menos de 230 euros al mes.
Imagini pentru romania capitalista
El capitalismo nos ha destruído el país

¿Cómo se explica la aparente contradicción entre que solo el 25% de los rumanos sea considerado pobre y que, sin embargo, el 44% de los asalariados sobrevivan en condiciones miserables con menos de 230 euros al mes? En primer lugar, porque la UE calcula el umbral de pobreza de un país según el salario medio de este, considerándose "pobres" los que viven en hogares que ingresan menos del 60% de esa cantidad, incluyendo a los pensionistas y a los que reciben ayudas sociales (la cifra-umbral sería, en este caso, 290 euros al mes). En este grupo se incluyen todos los rumanos que vivan en un hogar donde se ingresa menos de esa cantidad. En segundo lugar, porque tras la destrucción sistemática de la poderosa industria nacional rumana durante los últimos 28 años, en Rumania hay actualmente 4.85 millones de trabajadores (de los 8.2 que había en 1989, es decir, un 45% menos), que representan solamente el 26% de la población total.  Es decir, son dos datos diferentes: el primero, afecta a la población en general, por hogares, y el segundo, solo a los asalariados.

En definitiva, según las conclusiones del INS, 5.006.000 de rumanos (no hablamos de trabajadores, sino de ciudadanos en general) viven con menos del 60% del salario medio del país, que en Rumania es de 2300 lei (unos 490 euros). Es decir, el 25% de los rumanos ganan menos de 290 euros netos al mes. La cifra de rumanos por debajo del umbral de la pobreza ha aumentado en el último año, siendo la tasa de pobreza en 2016 de un 23%. Se trata de cifras significativas, puesto que el propio Banco Mundial, institución poco sospechosa de procomunista, afirma que en 1990, en el momento de la "Revolución" (es decir, de la Contrarrevolución contra los trabajadores rumanos de diciembre de 1989) el número de pobres era del 9%, porcentaje, además, de una cifra superior de habitantes (entonces, 22 millones de habitantes hoy, tras la sangría provocada por 28 años de políticas neoliberales, solo de poco más de 19 millones).

Solo 1 de cada 5 trabajadores tiene un sueldo superior al salario medio, que es actualmente de unos 2.300 lei netos, es decir, unos 490 euros. En realidad, este pequeño grupo representa solo a un quinto de los asalariados que producen la riqueza de Rumania. Según los datos presentados por la hacienda rumana, ANAF , 1,3 millones de trabajadores superan los 3.500 lei brutos (750 euros que se quedan poco más de 500 tras el cobro de impuestos)

De hecho, la mayoria de los empleados rumanos reciben por su trabajo menos del salario medio, siendo 2.12 millones (de un total de 4.85 milloneses decir, un 44%) los que reciben menos de 1450 lei brutos (1100 lei netos, es decir, 230 euros).

Otros datos relevantes del estudio del INS muestran que la incidencia más alta de pobreza se da entre los menores de 18 años. Más de un tercio de los menores vive por debajo del umbral de pobreza, muchos más que la cifra correspondiente a los adultos. La tasa de pobreza entre los jóvenes aumentó un 2,5% en el período de 2013 a 2017.

Igualmente, un quinto de los mayores de 65 años viven bajo el umbral de la pobreza, habiendo aumentado en los últimos cuatro años casi un 5%. En cuanto a los trabajadores, alrededor de uno de cada dos desempleados se encuentra en situación de pobreza. La pobreza es más común entre las personas que tienen hijos dependientes (en 2016 llegó al 30,8%) que en las personas que no tienen hijos (18,3% en el último año).

A pesar del desastre provocado por el capitalismo, los gobiernos socialdemócratas y sus políticas sociales han permitido, para bien o para mal, que la situación no se convirtiera en todavía más trágica: el estudio muestra que sin las ayudas sociales, casi la mitad de la población, un 49,6%, habría estado actualmente por debajo del umbral de pobreza.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Akelarre de parásitos en Bucarest: las casas reales de Europa en los funerales del rey de Rumania

Mañana en Bucarest se citará ese grupo de parásitos que, como característica principal, tienen que no han trabajado ni un día de su vida y cuyos miembros obstentan, legalmente o no, el título de reyes. Entre ellos, aparte de las familias reales de Suecia, Gran Bretaña, Bélgica o Noruega, o de las derrocadas de Grecia y de la propia Rumania, también participarán en el akelarre de vagos redomados y chupasangres los ex-reyes de España, dos de los cuatro caraduras que comparten el título de reyes en la España democrática de hoy (los reyes de facto y los eméritos).

Juan Carlos de Borbón y su mujer Sofía han presentados sus respetos a su camarada de clase parasitaria, Mihai de Hohenzollern, hoy viernes, en el Palacio Real de Rumania, dejando de lado el hecho conocido de que no se soportan el uno al otro y que el viejo rey de España ha engañado a la interesadamente paciente reina con incontables mujeres, litros de alcohol y otros medidas variadas de difernentes vicios  (es decir, se ha pasado por el forro a su mujer igual que hacía con  su pueblo).

Mañana participarán ambos, junto a otros gorrones de su especie (todos familia,  por la tradicional endogamia que ha provocado tantos problemas físicos y mentales entre sus miembros), en el entierro que se celebrará en Curtea de Arges, en el monasterio donde están enterrados todos los reyes de Rumania (Mihai será el cuarto de ellos y, como sus antepasados, salvo quizás su padre Carol II, tampoco habla fluidamente la lengua del pueblo sobre el que reinó).

Será todo un akelarre de vividores improductivos, en la que la suma de jornadas de trabaja de todos ellos se cuentan con los dedos de una mano, como mucho de dos.

Mihai I era primo de Sofía de Grecia y, como su marido, Juan Carlos de Borbón, es conocido por su histórica relación con el fascismo: el primero, fue jefe de estado de Rumania durante la Segunda Guerra Mundial, cuando su gobierno, dirigido por el genocida Mariscal Antonescu, estuvo a órdenes de Hitler, hasta que los comunistas rumanos le obligaron a romper su alianza con el nacionalsocialismo alemán y el local para que ordenara al ejército volver las armas contra su aliada Alemania (también contó, es cierto, que el Ejército Rojo estaba ya a las puertas de Rumania en su camino imparable hacia Berlín). Sobre las tropalías del fallecido, hoy loado por los medios de desinformación del régimen actual, se puede leer la entrada anterior en este blog.

Juan Carlos I, su primo político, fue formado y criado por otro genocida sanguinario, el General Franco, que le educó en los principios del Movimiento Nacional Fascista que gobernara España durante 40 años,  sembrándola de fosas comunes donde yacen todavía olvidados miles de luchadores por la libertad, plasmándose lo anterior sin solución de continuidad, a pesar  del ineficaz maquillaje,  en la supuesta democracia que se impuso tras la muerte de Franco, que elegiría a dedo, como como sucesor en la jefatura del estado, a su delfín Borbón.

En todo caso, a todos ellos, las familias reales y sus reyes, les une el mínimo común múltiplo de ser chupones, de importarles poco cuál sea el régimen político o económico que sufra su pueblo mientras ellos puedan seguir viviendo tocándose las narices, sin dar palo al agua, y a costa del presupuesto público. Así que, en malabarísticos cambios de chaqueta, se han caracterizado todos por apoyar a un bando o a otro alternativamente siempre con el objetivo único de seguir chupando del bote.

Uno de los ejemplos más obvios de este oportunismo político es el propio Mihai I, del que se celebran hoy (a costa, por supuesto, del presupuesto del estado rumano, es decir, de los impuestos de sus trabajadores) sus exequias. Pero el resto de sus colegas de título no se quedan, ni mucho menos, muy atrás.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Muere Mihai I, el último superviviente de los jefes de estado del eje fascista de la Segunda Guerra Mundial

Imagini pentru mihai I y antonescu
Mihai I y el Mariscal Antonescu
Mihai Hohenzollern-Sigmaringen, fue rey de Rumania hasta el 31 de diciembre de 1947, cuando se proclama la República Popular Rumana tras la derrota del fascismo capitalista en la Segunda Guerra Mundial. Reinó con el nombre de Mihai I, pero desde entonces vivió en el exilio, regresando a Rumania solo después del final de la Rumania comunista, tras lo que el gobierno rumano, esta vez en manos de la clase capitalista de nuevo, le regaló los antiguos palacios que habían pasado durante la época socialista a manos del pueblo.

El pasado 5 de diciembre murió en su residencia privada de Suiza, lugar donde vivió gran parte de su vida; tanto que, como suele pasar con los reyes, ni siquiera hablaba bien la lengua del pueblo sobre el cual pretendía reinar. De hecho, sus antecesores en la corona rumana, Carol I y Fernando I, no hablaban más que su lengua materna. el alemán (y si acaso, la lengua imperialista de entonces, el francés).

Tenía 96 años, y jamás pagó haber sido uno de los jefes de estado que no tuvieron escrúpulos de entregar a su pueblo a las garras del fascismo, convirtiéndose Rumania bajo su reinado en un sumiso servidor del nacionalsocialismo alemán. De hecho, con Mihai I muere el último líder fascista de la Segunda Guerra Mundial que seguia vivo. Lamentablemente, jamás fue juzgado por ello, muriendo en la cama, como también sucediera con el español General Franco, también títere nazi que luego pudo sobrevivir en el poder gracias al apoyo de los herederos del III Reich, EE.UU.
Imagini pentru Mihai I y Hitler
Carol II de Rumania y Hitler, en Alemania. Mihai en segunda fila.

Sin embargo, en un ejemplar acto de oportunismo, Mihai I, cuando el Ejército Rojo estaba a las puertas de la frontera rumana en su avance imparable hacia Bucarest (ciudad a la que llegarían una semana después), el rey decidió plegarse a la resistencia comunista local y pactar la rendición ante la URSS, ordenando al ejército volver las armas contra la Alemania Nazi, mandando detener a su primer ministro, el fascista Ion Antonescu. Se trataba de un último esfuerzo por mantenerse como parásito del pueblo rumano, que duró apenas 3 años más, hasta que el Partido de los Trabajadores forzó su abdicación y exilio (convenciéndole, por otra parte, con un montón de dinero y una enorme colección de obras de arte, además de una pensión por parte de Moscú durante unos años, lo que le permitió seguir viviendo "como un rey"; nunca mejor dicho, hasta su regreso a Rumania).

Así contaba el ABC el comunicado del gobierno rumano comunista anunciando el final de la monarquía el 31 de diciembre de 1947:

 "El pueblo rumano, liberado en 1944 del yugo de los conquistadores fascistas y de sus criados, ha tomado en sus manos su destino. Dirigido por una consciente y resuelta clase obrera aliada a un campesinado industrioso, el pueblo rumano ha rechazado el régimen de los boyardos -las antiguas familias terratenientes-, ha castigado a los traidores de los intereses del pueblo y ha eliminado de la Administración del Estado a todos aquellos que protegían los intereses de sus esclavizadores. El pueblo rumano ha logrado instaurar un régimen democrático. La Monarquía representa un obstáculo en el camino del desarrollo de nuestro Estado hacia un régimen de democracia popular que garantice a los trabajadores de nuestra nación buenas condiciones materiales. así como la independencia y la soberanía del Estado rumano. La abolición de la Monarquía ha abierto a nuestra democracia popular magnificas perspectivas !Ciudadanos, trabajadores, campesinos, intelectuales, soldados y oficiales: Elevemos a nuevas alturas nuestro nivel de vida en nuestro Estado: la República Popular Rumana, la patria de todos los que en nuestras aldeas y en nuestras ciudades se entregan al trabajo manual o intelectual!"

Mihai I no fue el único fascista de su familia. Ya su padre coqueteó con los legionarios de la Guardia de Hierro y con el nacionalsocialismo alemán. aunque es Mihai quien tiene el dudoso honor de ser el creador del que él mismo denominó en un decreto real como "estado nacional legionario"

El patriarca Miron Cristea en la sede del gobierno y altos cargos militares
rumanos, el 1 de enero de 1939
Rumanía había tenido antes un primer ministro que fue a la vez patriarca (máxima jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Rumana):  Miron Cristea . Su mandato duró 1 año, desde el 1 de febrero de 1938 al 6 de marzo del 39, compartiendo Rumania esta situación con la Eslovaquia Fascista, dirigida por entonces, y a lo largo de toda la SGM, por el antisemita y sacerdote católico Jozef Tiso. El "buen cristiano" (ya se sabe lo que dice el refrán, "haz lo que diga el cura, no lo que haga") superviso la deportación de judíos a los campos de exterminio nazis e introdujo una dura legislación contra hebreos, comunistas y minorías étnicas.

Lo mismo que el sanguinario padre Tiso, que fue ahorcado tras la liberación del país por el Ejército Rojo, el patriarca rumano, Miron Cristea, como jefe de gobierno del rey Carol II, llevó a cabo un depuración de la población judía, con una ley que obligaba a los ciudadanos rumanos de esa etnia a demostrar su derecho a ser rumanos, algo que no se le exigió al resto. De los 617.396 judíos que había censados entonces, 392.172 (63,50%) mantuvieron su situación, pero  225.222 (36,50%) perdieron sus derechos ciudadanos, y fueron considerados extranjeros.

Esta fue una de la serie de medidas de purificación étnica. En 1938 la revista Times ofreció una muestra del pensamiento fascista del patriarca: "La responsabilidad de un cristiano es la de amarse a sí mismo, antes de cualquier otra cosa, y asegurarse de que sus necesidades están satisfechas. Entonces es cuando puede ayudar a los semejantes ¿Por qué no escapamos de estos parásitos que chupan la sangre a los rumanos ortodoxos? Es un deber santo reaccionar contra ellos".

Mihai I, Hitler, Mussolini y Antonescu,  saludados con el brazo extendido en Bucarest
Miron Cristea sería el primero de los ministros de la dictadura real de corte fascista iniciada por el rey Carol II, padre de Mihai, en enero de 1938. Tras su muerte el 5 de marzo de 1939 sería sucedido por Armand Calinescu (que ya había pasado a la historia en  las huelgas del año 1933 por la matanza de obreros desarmados en los talleres ferroviarios de Grivita). El rey Carol se sentiría amenazado por la recién creada Guardia de Hierro, también de corte fascista, y crearía su propia Guardia Patriótica. El enfrentamiento entre los dos grupos fascistas haría que el rey ordenara el asesinato del líder de los legionarios, Codreanu, para asentar su dictadura real.

Tras la abdicación de Carol en septiembre de 1940, tras la imposición por parte de Alemania de la cesión de parte de Transilvania a Hungria y del Cuadrilatero a Bulgaria, y de la Union Soviética de la devolución de República Moldova, su hijo Mihai I sube al trono. Pero lejos de cambiar la política profascista de su padre, la continua y la asienta, nombra, casi como primera decisión, que sale publicada en el Monitor de Rumanía del 14 de septiembre de 1940, la creación del que llamará "Estado Legionario", a imitación del nazismo alemán, del fascismo italiano o del franquismo español:

DECRETO REAL

MIHAI I
Imagine similară
Horia Sima, líder legionario, IonAntonescu, jefe del gobierno fascista,
Rey Mihai y los representantes nazis en Bucarest
Por la gracia de Diós y la voluntad nacional 
Rey de Rumanía
Decreto:

1. El Estado Rumano se transforma en Estado Nacional Legionario

2. El Movimiento Legionario es el único movimiento reconocido en el nuevo estado, teniendo como objetivo el desarrollo moral y material del pueblo rumano.

3. El señor General Ion Antonescu es el conductor del Estado Legionario y jefe del Régimen Legionario.

4. El señor Horia Sima es el conductor del Movimiento Legionario.

5. Comenzando desde la fecha de este Alto Decreto, cualquier lucha entre hermanos llega a su fin.

Dado en Bucarest, 14 de septiembre de 1940

MIHAI I
Jefe del Estado Rumano
y
Presidente del Consejo de Ministros, el
general Ion Antonescu


Bajo las órdenes del que era jefe del ejército rumano, las tropas de Rumania atacarían la Unión Soviética bajo las órdenes de Hitler, en la conocida como Operación Barbarroja, el 22 de junio de 1941, provocando matanzas allá por donde pasaban (es conocido el genocidio de Odessa del invierno de 1941-42, donde más de 100.000 judíos y antifascistas. fueron fusilados o quemados vivos), sufriendo el 2 de febrero de 1943 una cruel derrota en Stalingrado, desde la cual el Ejército Rojo, nutrido con patriotas rumanos antifascistas, no dejaría de hacerlos correr hasta la misma frontera de su país, momento en el cual, el rey fascista, viéndole las orejas al lobo, intentó salvar su situación poniéndose en manos de los comunistas rumanos, manteniendo su puesto hasta su abdicación. Quizás por eso, por su última jugada desesperada de agosto de 1944 haya podido escapar sin ser juzgado por sus crímenes.

Tampoco podemos olvidar otros crímenes cometidos por su gobierno, como el conocido como progromo de Iasi entre el 27 de junio y el 7 de julio de 1941, donde fueron asesinados o deportados miles de judíos y antifascistas por parte del ejército rumano.

Merece la pena recordar, para terminar, la abdicación de Mihai I del 30 de diciembre de 1947. Dias despues, tuvo lugar la historica Gran Asamblea Nacional, presidida por el escritor comunista Mihai Sadoveanu, que proclamó la Republica Popular Rumana, el 2 de enero de 1948, liberándose Rumania de la lacra de los reyes: 
9 de mayo de 1945, celebración de la victoria. Retratos de Mihai I
y Stalin en Bucarest


"En la vida del pueblo rumano se han producido en los últimos años profundos cambios politicos, economicos y sociales, que han creado nuevas relaciones entre las principales formas de vida del estado.

Estas nuevas relaciones no corresponden ya con las condiciones establecidas por el pacto fundamental -Constitucion del pais- y exigen que se produzcan importantes cambios.

Frente a esta situación, en pleno entendimiento de la situación del pais y con la responsabilidad que me corresponde, considero que la institución monarquica no tiene sentido en las condiciones de vida actuales de nuestro estado, representando ella un obstaculo seria en el camino del desarrollo de Rumania.

En consecuencia, y con plena consciencia de la importancia del acto que hago en interes del pueblo rumano, ABDICO, por mi y por mis sucesores en el trono, renunciando a todas las prerrogativas que me corresponden y he ejercitado como Rey de Rumania.

Dejo al pueblo rumano la libertad de elegir una nueva forma de estado.

En Bucarest, hoy 30 de diciembre de 1947
"


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